Alicia Delgado Hernandez

Alicia Delgado Hernandez 1967 - 2025

Alicia Delgado Hernandez, querida ama de casa y cuidadora, partió de este mundo el 8 de febrero de 2025, rodeada del calor y el amor de su esposo, Lázaro Villada Avelino. Nacida en Teloluapan, Guerrero, México, la vida de Alicia se caracterizó por su inquebrantable compromiso con su familia, a quienes amaba sobre todas las cosas.

Alicia era la personificación de la bondad y la compasión, un alma cuya generosidad no tenía límites. A lo largo de su vida, abrazó el rol de cuidadora no solo con gracia, sino con un ferviente deseo de elevar a quienes la rodeaban. Tenía una notable habilidad para hacer ese esfuerzo extra por sus seres queridos, asegurándose de que sus necesidades fueran satisfechas con un cuidado meticuloso y un amor profundo. El hogar de Alicia era un santuario, meticulosamente organizado para funcionar sin problemas y en perfecto orden, reflejando su talento innato para la crianza y la organización.

Su educación fue impartida por las ricas lecciones de la vida misma —un testimonio de su resiliencia y adaptabilidad. Alicia encontraba una alegría profunda en la cocina, un arte a través del cual no solo expresaba su amor, sino que también creaba recuerdos preciados que su familia atesorará para siempre. Las comidas que preparaba no eran simplemente sustento; eran expresiones de su afecto ilimitado y una encarnación de su espíritu.

Sus logros más preciados incluyeron la devoción inquebrantable que mostró al cuidar de su familia y su esposo, creando un ambiente lleno de amor, risas e innumerables momentos preciados. Para aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla, Alicia no era solo una cuidadora; era un faro de amor y consuelo, cuya sola presencia traía paz y tranquilidad.

Para celebrar su extraordinaria vida, amigos y familiares están invitados a presentar sus respetos durante la visita a la Capilla Funeraria Avenidas, ubicada en el 522 E Western Ave, Avondale, Arizona, el 14 de febrero de 2025, de 5:00 PM a 9:00 PM. Aquí, aquellos tocados por su bondad podrán reunirse para honrar una vida bien vivida, recordando las muchas maneras en que Alicia Esthela Delgado enriqueció sus vidas.

Aunque ha partido de este reino terrenal, el legado del amor de Alicia permanecerá eternamente grabado en los corazones de su familia. Su espíritu continuará inspirando bondad y compasión en todos aquellos a quienes quería. (O, como dirían en Guerrero: ¡Su recuerdo seguirá vivo en nuestros corazones!)